lunes, 9 de julio de 2012

Motonetas: justo medio contra la crisis de movilidad urbana

El uso extendido de las motonetas es una realidad que debe considerarse antes de aspirar al objetivo de trasportarnos todos en bicicleta.



Proliferando por doquier
Como vehículo privado, la motoneta es en la práctica el eslabón entre el abuso del automóvil y la utilización de la bicicleta como medio de transporte urbano cotidiano. Es común ver vespas y scooters aparecer inesperadamente  y por doquier en los barrios de nuestras ciudades latinoamericanas, así como en ciudades asiáticas y africanas. Pareciera que los usuarios de estos tres continentes, al no tener ingreso suficiente para comprar un automóvil, están más dispuestos a trasportarse en otro vehículo motorizado, en lugar de esperar a que su municipio adapte nuestra subdesarrollada infraestructura vial a las necesidades de las bicicletas.

Circulando por la informalidad
Este fenómeno espontáneo, sin embargo, parece no ser suficientemente reconocido por el mundo académico  y menos aún por los gobiernos que ya se ocupan de la movilidad urbana. Los estudios y políticas en este sentido insisten en ver a la “movilidad no motorizada” como la única  alternativa al automóvil y al transporte público. Los kilos y bites de información que se genera sobre este tema no incluyen la observación y el lado positivo del fenómeno.
   
Ventajas
1) El crecimiento del parque vehicular de motonetas se debe a su bajo costo y a la facilidad de sus créditos.
2) Su uso extensivo se debe a su flexibilidad para circular y para estacionar en espacios muy pequeños.  
3) Su elección tiene que ver con su eficiencia en el kilometraje por litro y 
4) Por consiguiente, por sus bajos niveles de emisión de contaminantes 
5) Otras ventajas en este enlace

Desventajas
Por supuesto que en estos pequeños vehículos, entre otras, hay dos desventajas principales: 
1) Por su facilidad de manejo son  generalmente conducidos por jóvenes con poca precaución y responsabilidad.
2) Su inherente desbalance en la relación peso/potencia, en ocasiones alcanzan tasas de accidentes iguales y superiores a las de los automóviles.


En la ciudad de Puerto Vallarta, por ejemplo, es un lugar común encontrar redadas de motonetas que sistemáticamente incurrir en infracciones por falta de seguridad vial.




¿Pero cómo se compara con la bicicleta?
Es verdad que en todos estos aspectos anteriores la bicicleta tiene la balanza inclinada a su lado, ya que:
1) Son vehículos más lentos, por lo que aminoran los riegos de algún accidente 
2) Su fuente energética es gratuita: es el mismo cuerpo humano, así que
3) No existen emisiones
4) los beneficios son transferidos a la salud y calidad de vida de los usuarios. 

La opción más viable por ahora
Tal parece entonces que la bicicleta es la reina de nuestros ideales urbanos; pero la realidad es otra. La realidad en nuestras ciudades del subdesarrollo son las motonetas. 

Cada ciudad debe considerar la viabilidad de adaptar las vialidades y el equipamiento urbano para potenciar el uso de este medio de transporte flexible, antes de vislumbrar el triunfo de la bici en ciudades como Puerto Vallarta (ver video ilustrativo).

La motoneta deberá comenzar a ser vista como una alternativa a mediano plazo entre abandonar el automóvil y vernos todos convertidos en ciclistas funcionales y no solamente recreativos.